No creo en pescadores.
- OKCC
- Apr 5, 2015
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No creo en pescadores.
Me parece patético quien tira la atarraya para ver qué captura y a quien engatusa entre sus redes.
Me parece más triste y asqueante el pescador que la misma presa, aunque las dos estén en el mismo nivel.
No sé de donde sacaron esa técnica tan triste y trillada de enviar el mismo mensaje a un número considerable de posibles presas.
Estamos jugando a cazar y a ser "cazadas" con unos métodos tan tristes y tan ordinarios como un esparavel roto y remendado.
Ya ni siquiera se toman el trabajo de "cazarnos" con una caña de pescar original, con frases apropiadas y con las herramientas dignas de los caballeros.
Ya no.
Esas historias de antaño donde el caballero andaba en su corcel buscando con ardor a su amada ya hacen parte de los cuentos de hadas y Caballeros, no los culpo, el que ustedes estén en vía de extinción es sólo una consecuencia del feminismo y de la horda de mujeres locas que al pedir libertad e igualdad de condiciones se les pasó la mano y se conviertieron en cuasimachos que no permiten ni que les abran la puerta del coche, ni que el caballero de la noche pague la cuenta por la botella de vino...
Pululan los pescadores baratos, de esos de a peso que con la misma frase de cajón tiran su remendada red para ver quien cae, sin importar lo que caiga, sin importar los daños colaterales, sin importar que son corazones los que atrapan y luego desechan como pecesitos muertos e inoloros e insípidos que no son atractivos para el mercado.
Necesitamos volver a lo básico; se requieren con urgencia Caballeros que se amen, se respeten, con un nivel aceptable de autoestima, que no pretendan tirar una red por la simple razón de que se creen incapaces de ir por lo que se merecen con una buena caña de pescar.
Necesitamos una nueva generación de Caballeros que "corran la silla", que abran la puerta, que paguen la cuenta, que conquisten con una flor de jardín y no con una flor de whatsapp.
Pedimos a gritos Caballeros que no les de miedo subirse a trasmilenio a pescadores ordinarios en un carro último modelo.
Y si en definitiva estamos condenadas a la plaga de pescadores ordinarios de este tiempo, prefiero ser Sirena, así me quede sola en las profundidades de este mar llamado vida a ser bagrecito de red ordinaria y remendada.
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